¿Cómo arreglar una silla de resina? | Evita caídas y accidentes
Índice de contenidos
También conocidas como sillas de jardín, son muy utilizadas para eventos masivos o para compartir con invitados al hogar; por ello, su constante uso hace que la resina se desgaste y termine partiéndose en lugares que hace incómodo utilizarla, o incluso puede quebrar una de sus patas. Saber cómo arreglar una silla de resina ayuda a sacarle provecho a la silla.
¿Por qué arreglar una silla de resina?
Para evitar escenas embarazosas o evadir caídas estrepitosas y no tener que reemplazar una silla que aún puede ofrecer mucho más de su vida útil.
Herramientas necesarias
- Taladro eléctrico.
- Alambre grueso y manejable.
- Encendedor.
- Pinza.
- Guantes gruesos.
Pasos a Seguir
- Ubicar la zona donde existe el desgaste de la resina o la separación, evitando lastimarnos con la misma.
- Utilizar el taladro eléctrico con una mecha delgada y abrir agujeros alrededor de los bordes de la zona a reparar. Dependiendo de la zona, son necesarios 1 o 2 agujeros por extremo. En caso de no contar con el taladro, podemos utilizar el mismo alambre grueso y manejable. Para usarlo, nos colocamos los guantes gruesos y calentamos un extremo del alambre con el encendedor, cuando esté al rojo vivo, lo colocamos en el borde para atravesar la resina.
- Al finalizar los agujeros, nos quitamos los guantes gruesos, dejamos enfriar la zona y los alambres. Luego atravesamos el alambre grueso y manejable como si se tratara de una costura, uniendo ambos lados de la zona a reparar.
- Enroscar el alambre con ayuda de la pinza hasta que quede asegurada la zona. Podemos cortar el exceso de alambre para evitar accidentes.
- Probar la resistencia de la silla reparada.
Podemos repetir este procedimiento con todas las sillas de resina que deseemos reparar, ya que suele ser bastante resistente para mantener las piezas rotas muy bien unidas. ¡No te sientes hasta asegurar que resiste!